“… Es la cachua que los viene a saludar, trayendo a ustedes lo mejor de Margarita”. Si lo leiste cantando sabes que en esta columna se refiere a los Bravos de Margarita, sin previas, ni antesalas, porque honestamente no hacen falta.
Los dirigidos por José Moreno sellaron su pase a la postemporada por segundo año consecutivo. Pero esta vez lo hicieron en casa, ante una afición que coreaba “Somos Bravos, Somos Margarita”, tan fuerte que era fácil de percibir en la transmisión de televisión. La guinda del pastel de una jornada muy emotiva, en la que homenajearon a Alberto González y Wilson Ramos, que juegan su última campaña como peloteros profesionales.
Bravos barrió a los Leones y cerró en 19-9 su récord en casa, certificando que el Estadio Nueva Esparta también es un fortín y ellos están listos para llevar la batalla al siguiente nivel. La temporada de los insulares parece una película de ficción, ha tenido de todo un poco, un inicio accidentado de 5-7, una racha increíble de 7-1 en sus primeros ocho juegos en casa, un tramo muy consistente y hasta una debacle de 2-8.
Han vivido de todo. Han tenido bajas duras como la Edward Olivares (.390), que fue la previa de aquella terrible racha de 2-8, y recientemente la del colombiano Gustavo Campero (.351). Han recibido buenos refuerzos como el caso de Alexi Amarista, que llegó proveniente de Tigres a cambio de David Rodríguez, han visto resultados de apuestas que hicieron en el pasado, como el caso de Moises Gómez, y han sacado buenos dividendos de la experiencia de Wilson Ramos, que -aunque no tiene un promedio muy alto- es el líder impulsor de la novena (35).
En algún punto de la campaña tuvieron uno de los pitcheos más efectivo y su producción fue discreta, pero suficiente. Más adelante, cuando los lanzadores titubearon, sacaron fuerzas de donde no tenían y comenzaron a anotar mucho más. Para cada problema tuvieron una solución y como resultado pudieron alejarse de la famosa serie del comodín, que es para ellos una vieja conocida y sólo trae recuerdos amargos.
“Tuvimos muchos altibajos, nadie creía en los Bravos, solo unos muchachos con un corazón muy grande, que nunca dejaron de trabajar por este primer objetivo”, dijo el manager José Moreno en medio de la celebración y en perfecta sintonía con lo que dicen todos sus peloteros: este es solo el primer objetivo.
El año pasado se quedaron cortos en enero, ganando solo cinco de 16 compromisos y, claro, ahora tienen que hacerlo mejor, dar el siguiente paso, competir por un pase a la final y que “La Cachua” retumbe en Guatamare mucho más.