El opositor Edmundo González Urrutia mantendrá este lunes un desayuno informativo en Madrid con el expresidente del Gobierno español Felipe González, pocos días después de que el Ejecutivo español le concediera el estatuto de asilo que había solicitado tras su llegada a España el 8 de septiembre.
González Urrutia, que se presentó como candidato de una coalición opositora en las presidenciales venezolanas el 28 de julio frente al presidente actual Nicolás Maduro, se considera ganador de esos comicios y ha mostrado su voluntad de regresar a su país para asumir como presidente aún a riesgo de ser detenido.
El encuentro de mañana se produce a pocos días de que tenga lugar el Caracas el acto de investidura del nuevo presidente, que está previsto para el 10 de enero próximo y en el que Maduro se dispone a tomar posesión.
La oposición sostiene que González Urrutia es el ganador de las presidenciales y ha mostrado actas que confirmarían su triunfo frente a la autoridad electoral venezolana, que proclamó la victoria de Nicolás Maduro sin publicar documentación que lo acredite suficientemente.
Felipe González apoya a Edmundo González
Felipe González, presidente socialista del Gobierno español desde 1982 a 1996, ha mostrado en diversas ocasiones su apoyo al opositor venezolano, al que califica como «presidente electo», y con quien se reunió el pasado mes de septiembre, a los pocos días de llegar a Madrid desde Caracas.
Ambos políticos se conocieron en Ginebra (Suiza) en 1975, en la etapa en la que el expresidente del Gobierno español estaba en la clandestinidad, en los estertores en España de la dictadura del general Francisco Franco.
Tanto el Congreso como el Senado españoles, así como el Parlamento Europeo y algunos gobiernos, han reconocido a González Urrutia como presidente legítimo de Venezuela. Las cámaras de representación españolas han aprobado mociones que urgen al Ejecutivo español a hacerlo.
El dirigente venezolano, que el pasado 17 de diciembre recibió en Estrasburgo el premio Sájarov a la libertad de conciencia, que otorga el Parlamento Europeo, se exilió en Madrid tras competir por la presidencia de Venezuela y denunciar fraude electoral en los comicios del pasado julio y desde la capital española ha denunciado repetidamente la falta de democracia en Venezuela.